lunes, 2 de agosto de 2010

JOSÉ ANTONIO ENCINAS FRANCO


Al referirnos a José Antonio Encinas, sin duda nos encontramos ante un gran personaje que ha venido a significar -especialmente para los maestros- un ícono, en cuánto ideas innovadoras en nuestro sistema educativo se refiere.
Nace en Puno el 30 de mayo de 1886. Sus primeros estudios lo realizó en el Colegio Nacional San Carlos y en 1905 pasó a Lima, a la Escuela Normal del Perú.
Realizó estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y obtuvo el grado de Bachiller de Letras en 1913 y con sus tesis “Las causas de la criminalidad indígena” en 1917 y “Contribución a una legislación tutelar indígena” en 1928; el grado de Bachiller y Doctor en Jurisprudencia.
Es constantemente desterrado, pero ello no es impedimento para que pueda desarrollarse profesionalmente, logrando obtener diversos títulos; entre ellos, el de Doctor en Ciencias de la Educación en Francia en la Universidad de la Sorbona.
Es nombrado Rector de San Marcos entre los años 1031- 1932. Fallece el 30 de julio de 1958.

UN ENSAYO DE ESCUELA NUEVA EN EL PERÚ


A. FIN U OBJETIVO: Una reestructuración de la Escuela Nueva

B. PROPUESTAS:

Las acciones que deberíamos tener en consideración para poder alcanzar dicho fin, serían las siguientes:
La formación del maestro a cabalidad, dado que es él, el que llevará y construirá los nuevos cimientos en donde se sostendrá la educación de las futuras generaciones.
El maestro debe ser líder y amigo tanto dentro como fuera del área donde desarrolla sus actividades.
El aula debe convertirse en un amplio anfiteatro, y la clase debe ser un laboratorio, un museo, un taller. Debe cumplir estos requisitos para que el estudiante pueda desarrollar y explotar su capacidad creativa, analítica y crítica.
El maestro debe convertirse en amigo del estudiante para que pueda generar el respeto y la confianza de éste, con el fin de poder alcanzar un ambiente agradable y con ello, el óptimo desempeño del estudiante.
Apoyo económico por parte del Estado hacia el rol que desempeña el maestro. Si no hay apoyo del Estado, y no reconoce la actividad y el gran esfuerzo que realiza el maestro, brindándole una buena remuneración, no puede exigir un óptimo desempeño de éste, en un aula de clase.

C. VIGENCIA:

El pensamiento de Encinas se puede “poner en marcha”, partiendo de su primera propuesta: la formación del maestro.
Somos nosotros, los maestros en formación, quienes debemos procurar que aquellas palabras de Encinas, impregnadas en su -considerada por muchos- máxima obra, en cuanto a educación se refiere.
Actualmente, el pensamiento de este insigne personaje, ha sido de gran apoyo a generaciones de docentes, quienes se han formado en claustros universitarios, donde la innovación y reestructuración de la escuela, ha sido y es, una consigna a alcanzar.
A pesar de haber pasado casi un siglo desde que esta obra ha sido escrita, las palabras deben cobrar vida hoy en día en nuestra conciencia y hacerse visible en nuestros actos.

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